miércoles, 2 de septiembre de 2009

Irlanda

Tras el periodo vacacional regreso, pero no para hablaros de temas biciclisticos, sino para contaros un poco por encima mis vacaciones por Irlanda. Es un país,, en resumidas cuentas, verde. Verde en el sentido paisajístico y campestre. Mires por donde miras y vayas por donde vayas todo tiene un verdor especial, digamos que puede ser como para nosotros la zona asturiana, pero mas 'a lo bestia'.

Mi viaje comenzó en Dublín. Es una ciudad pequeña que se puede visitar andando sin ningún problema. A destacar sus parques, entre el que se encuentra el Phoenix Park, un gran parque en el que alquilamos unas bicis para verlo. También tenemos iglesias como la Christ Church o San Patricio, la universidad (Trinity College) y el castillo de Dublín. Otra visita que se puede hacer es a la fabrica de cerveza Ginness, pero a mi me decepciono bastante y lo único que la salva es el bar que tiene en una 7 planta desde el cual se ve Dublín. Y como no la noche dublinesa, con su pub con música en directo en la zona del Temple Bar. A destacar las hamburguesas del PorterHouse.

Del resto de Irlanda, es difícil resumir en poco espacio. Por la zona sur nos encontramos pueblos bonitos como Killarney, Bantry (pueblo pesquero) y Kilkenny , para mi el pueblo mas bonito de los que visité. Aparte del parque natural de Glendalugh con sus cascadas y el del Killarney con su castillo y su lago y otro castillo enclavado en una montaña rocosa, el Rock of Cashel. Y llegamos a Doolin y unos de los puntos de visita obligada, los acantilados de Moher. Si bien en fotografía o vídeo son espectaculares, al natural lo son aun más. No te cansas de mirar y admirar esos muros de piedra levantados frente al mar, son básicamente imponentes. De camino al Norte nos encontramos con la abadía de Kylemore en Connemara, una preciosa abadía frente a un enorme lago (les sobra agua por todos lados) , y las ciudades de Galway y la cuidad amurallada de Derry, pasando por el Burren y su paisaje lunar, tanta piedra junta dentro de un país tan verde es, cuanto menos , curioso.

Y llegamos al norte y cambiamos de país. Notas el cambio nada mas pasar, las señales de tráfico son distintas. Pero incluso en las ciudades se nota un aire distinto en su arquitectura inclusive. Aquí pudimos disfrutar de La Calzada de los gigantes ,La mitología cuenta que la construyo un gigante para cruzar el canal que les separa de Escocia. Y también del puente de Carrirck-a-rede, un puente colgante a 25 metros de altura que con viento, como nos tocó a nosotros, da bastante impresión al cruzarlo.

Y de ahí empezamos a bajar pasando por Belfast , ciudad muy gris, industrial, no me gusto demasiado, y visitando el castillo de Trim, famoso porque en él se rodó la película de Braveheart.. Una tarde mas de compras por Dublín (las tiendas Carrols son impresionantes para regalitos) y de vuelta a España. Se me olvidan muchas cosas pero escribir 10 días de viaje en poco espacio es complicado

País muy bonito, con gente muy acogedora que recomiendo visitar sin duda